SA! SA! SA! SALSA!!!

Cuando me preguntan qué tipo de música me gusta o cuando he tenido que llenar la sección de preferencias de las ya innumerables redes sociales siempre he colocado una palabrita de 4 letras: JAZZ. Ese melodioso estilo de crear arte con notas musicales me cautivó desde hace muchos años, pero como casi todo fue un descubrimiento que yo misma me encargué de que suceda y del que poco a poco quedé TOTALMENTE ENAMORADA. Definitivamente, no fue algo con lo que conviví, pues como es sabido aquel ritmo no es natural de aquí. El jazz para mí es casi como una dama refinada opulenta coqueta y muy bella. Pero en este momento entra en acción otra dama, una dama de piel bronceada labios carnosos y movimientos ciertamente sensuales es ella señores, estoy segura de la conocen al menos de oído: es la señora salsa.

Más que cualquier otro ritmo la salsa es tan familiar para mi como la leche y el pan. La salsa es el ritmo latino por definición y convicción y sé que aunque a muchos no les guste algunas vez en su vida un sonidito pegajoso acompañado de trompeta y tambores les hizo mover los pies. Al menos por una vez han tenido que bailar una salsita ya sea en un “quino” en la fiesta de promo, en el almuerzo familiar del domingo o en el matri de la prima, díganme ¿quién NO? Asía hayan hecho el papelón con sus dos pies izquierdos, bailaron salsa, SI que lo hicieron.

Muy poca gente cree que gusta escuchar salsa y no digo bailar porque mi parecido con cualquier nativo africano en plena danza ritual no es coincidencia. Pero en momentos en los que me invaden las nostalgias o simplemente quiero reírme y sentirme viva el retumbar de salsa viene a mí.

Más allá de las letras creo que la mejor salsa es la que provoca pequeño toquecitos de los tus pies con cualquier superficie; y si logra un movimiento de hombritos pequeñito ya est{a atrapado .La salsa en sí representa mucho de la cultura latinoamericana, de la cotidianidad, de lo popular y sobre todo de la vida. Como decía al principio de este párrafo la letra de la canción muchas veces pasa desapercibida pero la combinación de las notas e instrumentos muchas veces es magistral, tanto así que se confunde con el aire y los gases que respiramos.

“ tu amor es un periódico de aye,
r que nadie más procura ya leer”

Ese clásico fue la primera canción salsera que escuché con detenimiento, tenía cuatro años y estaba junto a mi madre, quien la corea gallos en boca. Sentí un retumbón en mis pies bailé y fue una de esas veces en las que pude sentir plasma eritrocitos y trobocitos recorriendo mi menudo cuerpo. Es por esto que siento especial cariño por este estilo aunque el jazz, la bosanova y el indie sean mis más fieles acompañantes. La música peruana es un capítulo a parte, pero también se encuentra dentro de mis favoritas.

Puede que muchos no la comprendan pero atrévanse a escuchar un clásico y puede que al menos sientan la mitad de ese retumbón.

Les dejo el periódico de ayer que sigue sonando bien hasta el día hoy.

Periodico de ayer - Hector Lavoe