jueves, 7 de diciembre de 2006

ella.. yo



No soy delgada, ni alta como una montaña. Tampoco soy cristalina, ni tierna, mucho menos dulce. Podría decirse que soy todo lo contrario: soy áspera, gruñona hasta el cansancio y algo ruda en mis expresiones. La belleza física no es algo que me caracterice, no tengo rasgos finos y mi cuerpo es una rara mezcla de voluptuosidad y formas indefinidas que asombra a cualquiera. Mis ojos son marrones, mi mirada es gris; mis manos son pequeñas y cortantes; mi boca es carnosa hecha de dulce picante que lanza comentarios de fuego ; mi nariz es una pelotita de ping pon, y mis orejas ... mejor no hablemos de ellas. Mi cabello es un cuento aparte, es lo que más me gusta de mi anatomía tan heterogénea: es negro azulado, serpenteado, aterciopelado; es una catarata de gran altura, y a pesar de ser más rebelde que un adolescente, me encanta peinarlo tres veces al día y trenzarlo todas las noches. En lo personal puedo decir que soy un espíritu desordenado, que gusta de la buena vida y que tiene poca vergüenza, que gusta del rock, de las galletas de chocolate, de los cigarros mentolados y de Julio Ramón Ribeyro. No suelo ocultar mis defectos, no es mi estilo. Soy hipócrita, pero sincera cuando es necesario; vengativa y rencorosa como si fuera parte de la mafia; perseverante para dar de beber a mi enorme ego, y egoísta como consecuencia de no haberme criado con hermanos; soy solidaria con los verdaderos amigos, cariñosa sólo con mi madre y alegre cuando el cielo está a mi favor.


En resumen, fotografía en blanco y negro; sin colores, pero con mucho brillo.

1 comentario:

Andrew dijo...

Brillo es lo que tiene ese texto, haz hecho una descripcion sorprendente donde la rima, el sarcasmo y la melancolia se conjuga en un solo bebe: TU.