El 13 de julio del 2006 cumplí mi mayoría de edad, algo que deseaba desde que comenzó mi adolescencia. Pero ahora me parece algo más que estresante.
Terminé el 4to ciclo de la universidad el 7 de diciembre de este año que, de paso, también termina. Y enrumbé a lima por razones personales y de diversión. Luego de miles de discuciones y de sentirme más que aburrida, reflexioné sobre lo que era y encontré una frustrante respuesta (y digo frustrante porque soy realista y no trágica) : soy una desempleada más en una ciudad que cada día se encuentra más poblada, contaminada y muchos "adas" más.
Luego de sentirme tonta y golpearme la cabeza una vez contra el respaldar de mi cama, tomé la desición más previsible: buscar trabajo. Y aunque paresca iverosímil ¡lo encontré!
Di mis datos, y esa misma noche me llamaron por telefono y me dijeron que al día siguiente debía presentarme a trabajar. Todo suena muy bonito no? pues no lo era tanto, hay un pequeño detalle que no tomé en cuenta: nunca en mi vida había trabajado. Muy triste mi situaciòn verdad?. Pues me aventé a la piscina y sin salvavidas.
Fui a trabajar y bueno nunca en vida me había sentido tan poca cosa. Es triste y melodramàtico contar esto, pero es la verdad. Lo peor de todo es que mi trabajo no es cualquier trabajo, es algo que no tiene nada que ver con mi forma de pensar, ni de actuar. La verdad s que odio trbajar ennuna boutique y salon de belleza. Para los que me conocen seguro soltrán una enorme carcajada al enterarse de mi "desgracia". No es que me averguenze de trabajar porque el trabajo, como escuché por allí, dignifica a la persona. Lo triste es que hago algo que realmente no me gusta, pero mis necesidades económicas son más grandes que otras cosas.
Todo esto me llevó a pensar, en cómo se sentiaqn miles de chicos que terminan la universidad y trabjan en diversos oficios totalmente diferentes a los que ellos pensaban hacer luego de graduarse. Y todo ello me lleva a pensar en cuán mal está la situaciòn laboral en nuestro país. Hoy me toco a mi hacer algo que no tiene nada que ver con lo que estudio en mi universidad, pero cada dìa hay màs gente que taxea, que es vendedor , pero que se pasó 5 años de su vida estudiando economía.
Bueno este es un simple testimonio... espero que sirva de algo
2 comentarios:
En una botiquee, tendras que jubilarte antes que te transformen en esas princesitas que aman los perfumes y solo se preocupan por su narcicismo...
Hola Lizzy.
Lamento haberte hecho pasar vergüenza en tu blog con esas declaraciones.
Estuve hoy, 21 de agosto leyendo algo de tu blog, y esta entrada que no me cansa de leer una y otra vez.
Nuestro país es un problema difícil de llevar, por eso mucha gente se va al extranjero. Pero el Perú es una trampa hecha adrede por orden de los jefes de los que gobiernan, y es que toda América está sojuzgada por los de EEUU. Ningún gobierno que venga, sea de derecha, izquierda, centro, etc.; ninguno dejará de servir a los yanquis y eso es secreto. El objetivo es tender trampas de ignorancia y mala vida a la gente.
Mi caso es también para contarlo. Ingresé a los 17 años a Contabilidad en la UNSA de Arequipa, pero mi inmadurez me hizo desistir de la carrera, debido también a que no era de mi vocación. Luego, a los 20 ingresé en Lima a Ingeniería Electrónica, una carrera que me apasiona, pero que también dejé, esta vez por razones que algún día espero contarte.
Y hoy, ya entrando a la adultez, tengo que recursearme como puedo en el oficio que sea. He hecho casi de todo y pocas veces me he sentido a cabalidad como cuando trabajaba en seguridad, vigilancia.
La vida es difícil, Lizzy, cuando hay alguien que financia los estudios es más fácil estudiar. Ahora sigo con la idea de continuar mis carrera que dejé, pero sé que será doble reto con eso de que ya quiero casarme y tendría que trabajar y estudiar. Como te dije antes, el Perú es una trampa hecha por los vendepatria que sirven a los yanquis. Y los motivos ya los conoces.
Espero leas este comentario. Creo que la inocencia de tus primeros post bien valen mi aprecio y por eso te vuelvo a pedir disculpas por haberte avergonzado con mis tontas e imposibles de alcanzar declaraciones.
Por favor acepta mis palabras. Estamos en contacto.
Tu mejor amigo:
César Ignacio.
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