miércoles, 11 de abril de 2007

Dolores




Hoy, no sé como ni a qué hora, me corté uno de los dedos de la mano. Fue una cortadita sin importancia ( bueno, eso creo) pero el dolor que me causa, porque todavía me duele, me hace recordar que tengo un dolor más fuerte, casi imperceptible pero ala vez enorme. La causa de ese dolor “ no presente” es que estoy en una situación emocional muy triste: a punto de terminar con el novio, no veo a mi madre hace más de un mes y otros “etc” más que vienen al caso, pero prefiero no ponerlos.

El meollo del asunto es qué tan fuerte puede ser un dolor emocional. ¿Más fuerte que el dolor físico? O ¿ más débil? . Pero también me planteo una cosa más: Duele el alma?.

Parece que estas preguntas salidas de la mente de Platón, rondarán el interior de mi cráneo por un par de días más. Sólo sé con certeza que a todo al menos una vez en su perra vida ha sentido un dolor sin verlo en su cuerpo.

Bueno, dejaré la lágrima y el moco para más tarde, ahora tengo que regresar a la universidad.

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