lunes, 23 de abril de 2007

Mi problema con los hombres

Esta semana se estrenó en la señal televisiva abierta una nueva serie llamada “MI PROBLEMA CON LAS MUJERES”, serie que me llamó mucho la atención cuando vi los primeros avances mientras hacia el “zapping” rutinario. Lo que más causó curiosidad en mi fue la trama: la desventuras de un hombre que no sabe entablar una buena relación con las mujeres.

Es común que los hombres suelan quejarse de sus relaciones con las mujeres, pues para ellos somos seres totalmente complicados e incomprensibles, pero lo que más causa gracia es que un hombre admita que no puede confrontar una relación con una mujer, más que todo por el hecho de que ellos, influidos por el machismo típico en estas latitudes, creen ser seres superiores a comparación de las mujeres.

¡Bueno! Pero el motivo de que escriba estos párrafos no es para criticar aquella “temeraria” serie, sino para hacer una pequeña confidencia como mujer. Particularmente he conocido muchos hombres en mi vida, y no me refiero al sentido de haber entablado una relación sentimental con todos ellos, pero sí a haber experimentado diversas situaciones, muchas de ellas desagradables, circunstancias y simples contactos con ese género. Pero si me remito al ámbito amoroso, mi experiencia es, no nula, pero si algo famélica, aunque también extremadamente heterogénea.

Fueron cinco, cinco experiencias que, al recordarlas, me confirman dos hipótesis que empecé a plantearme hace algunos meses:

Soy una tarada que no sabe relacionarse bien con sus parejas
Los hombres que fueron mis parejas son especimenes muy raros que jamás comprenderán chicas como yo.

Teniendo en cuenta que mis relaciones han sido muy pocas y que empecé a tener este tipo de “encuentros extraños” a una edad no madura puedo decir que quizás hay factores poco tomados en cuenta en mi análisis.

EN LA PROXIMA ENTREGA ... EL ANALISI POR ETAPAS..UYUYYY!!

1 comentario:

Unknown dijo...

No dice el viejo dicho "malogra y aprende"?? jaja, todo en esta vida tiene su tiempo, de todas nuestras heridas hemos podido rescatar algo, solo es cuestión de actitud.
Un beso